x The Singular Olivia
The Singular Olivia | Productos de cuidado que salen del corazón.
No recuerdo el momento en el que empecé a poner mis ojos sobre el trabajo de Paula pero sí sé que todo empezó con una de sus velas: ¡Hola Navidad! y mis visitas anuales para esas fechas al Festivalet. Desde entonces, y como siempre digo, gracias a las RRSS tube la suerte de conocer a Paula un poquito más de cerca y acabar adorando su persona desde la primera palabra hasta el ultimo abrazo.
Su tienda es el lugar donde puedes encontrar miles de productos que te hagan sentir bien. Pequeños y grandes detalles, los que tienen el sello de su fabricación propia, cosméticos fascinantes, productos fantásticos, rarezas divinas y remedios extraordinarios. Todos son capaces de colarse en tus rutinas, en tus regalos, y mejorar tu día a día. Una tienda a la que acudo muy a menudo cuando tengo un regalo entre manos y para comprar otros tantos para mí. Como ella bien dice:
“Hacen especial a aquel que los conoce, pero debes saber que vuelven irresistible al que los usa. Deja que se cuelen en tu vida para hacerte más sano, más auténtico y más feliz.”
¿Mis favoritos? Los jabones y las velas de The Singular Olivia, hechos desde el corazón de Paula con materias primas de origen bio. Ya lo comenté en el post de “Somos Bonjour” desde que entraron los jabones (y a decir verdad, cualquiera de ellos) en mi rutina no han salido y mi piel (sobre todo mi cara) lo ha agradecido muchísimo. Tengo que decir que mi interés por la cosmética va in crescendo (la edad, lo sé) y aunque soy pésima con el tema para mí The Singular Olivia es sinónimo de calidad y confianza.
Ilustrar los productos de The Singular Olivia ha sido aprender sobre la litsea cubeba y sus diferentes usos y beneficios (que se ve que son la pera!), sobre los diferentes aceites e infusiones y sobre lo bonitas que salen las cosas cuando llevan toneladas de cariño en su lista de ingredientes. Además de todo un honor (y de los grandes) después de todo… ¡y un placer para el olfato!
Este ha sido uno de los encargos que más cariño se ha llevado puesto en cada pincelada. He disfrutado de sus colores, de pintar dos a la vez saltando de uno a otro como si fuera un juego… Pintando siempre de día para respetar bien los colores, en la mesa del estudio y con mi ritual de pintura: música, velas y flores cerca. El video de a continuación de verdad es 100% real.
Gracias por tu cariño, por tu generosidad y tu paciencia infinita, Paula (¡desde aquí te mando un abrazo gigante!).
¡Y gracias a todos los que pese a mi poca constancia, os pasáis por aquí!