Florecer part.II

No sé cuánto tiempo llevo queriendo hacer esto. Recuperar el hábito de volver a escribir, de compartir, hablar de lo que me ronda, de lo que me mueve: mis pinceles, colaboraciones, fragmentos de mis libros favoritos y todas esas pequeñas cosas que... no sé por donde empezar.

Espero que no sea cosa del mes de Abril, muy dado él al re-florecimiento, pero... acabo de llegar aquí, acabo de mudarme y finalmente, después de "demasiado tiempo dándole vueltas", he decidido volver. Así, sin darle más tiempo, sin analizar más qué sería mejor, sin pensar en la supuesta muerte de los blogs, sin poner más excusas me he levantado esta mañana con ganas de lanzarme de nuevo e improvisar sobre la marcha. He abandonado el anterior nido porque lo sentía como sientes la habitación de casa de tus padres, tan pequeña y tan repleta de vida que ya no tiene hueco para todo lo nuevo. Me he mudado también para intentar poner orden a este caos de RRSS que tengo, para unificar todas esas habitaciones que tenía navegando por la red y convertirlas en un hogar. Así que si me seguís los pasos iréis viendo pequeños cambios.

He dejado la puerta abierta del anterior blog porque soy incapaz de bajar la persiana y porque, como si de un diario se tratara, a veces me gusta visitarlo, recordarme y encontrarme, a lo lejos, entre tantas entradas. Ya saben lo que decía Eduardo Galeano:

“Recordar: del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón”.

Siempre podré/podréis visitarlo AQUÍ.