Las flores y el Surf
Me lo habían propuesto otras veces pero por una razón u otra nunca había salido. Esta vez se lo propuse yo a ellos y me dieron el "sí, quiero!".
Elena y Denis son dos amigos de esos que merecen la pena atesorar hasta el fin de los tiempos. Nos dijeron que se casaban y tardé "0," en pedirles si me dejaban hacer sus invitaciones de boda. Después de darme el sí, quedamos para cenar y hablar sobre ello. Ella quería algo con flores, algo bonito; él quería que su pasión por el surf y el mar estuvieran ahí. Después de debatir, de preguntar, de escucharles y de un pollo al curry increíble... llegamos a una conclusión y me fui con un esbozo bajo el brazo.
Es la primera invitación de boda que hago y si me ha gustado hacerla es por el cariño que les tengo a ellos, porque teniendo una pareja con los mismos gustos que Denis ha sido lo más parecido a hacer las nuestras, porque sabía que a Elena le gustaban las piñas y no me había comentado nada, porque las gaviotas tienen un significado para ellos y no era una petición... y todos esos detalles que vienen dados por la amistad y la confianza mutua.
¿Lo mejor? Ver a Elena emocionada con ellas, con la acuarela original, con la piña, la gaviota... y, como no, ver a Denis a gusto y encantado con el resultado (porque en las bodas siempre nos olvidamos un poquitín de ellos ¡y no puede ser!).
¿Lo mejor de lo mejor? La cena que organizaron para dar las invitaciones a todo el grupo de amigos ¡y recibir las nuestras!